Todas sabemos que la hepatitis es una enfermedad del hígado que aumenta el riesgo de cáncer hepático. Lo que quizá no sepamos es que cada treinta segundos fallece en el mundo una persona por síntomas relacionados con las hepatitis víricas, según la Organización Mundial de la Salud. Estas son infecciones que inflaman el hígado y provocan diversas enfermedades graves, entre ellas el carcinoma hepatocelular. Existen diferentes tipos de hepatitis, pero las más frecuentes son aquellos producidos por virus, los llamados virus A, B y el C. Hoy se celebra el Día Mundial de la Hepatitis y por ello, explicamos cómo se transmiten y cuáles han sido los avances más significativos. Además, te hablamos de la vacunación, una herramienta fundamental que ayuda a prevenir estas enfermedades.
La vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir las hepatitis A y B. Desde el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la AEP recuerdan que la mejor forma de prevenir la hepatitis, además del control sanitario y la higiene (especialmente el lavado de manos después de cambiar a los niños en escuelas infantiles), es la vacunación, especialmente en el caso de la Hepatitis B.
“La vacunación universal contra la hepatitis B, implantada desde hace años en España en la población infantil, ha provocado la práctica desaparición de nuevos casos en niños y jóvenes”, asegura Francisco Álvarez, coordinador del CAV. De hecho, la campaña “Las Vacunas Cumplen” de la AEP destaca el hito de la vacunación sistemática frente a la hepatitis B: la tasa de infección crónica en menores de 5 años antes de la vacuna rondaba un 5% y en 2019 se situó por debajo del 1%.
Además, existe otra medida de control, implantada también en nuestro país, que es “realizar análisis en el embarazo para detectar a las madres portadoras del virus B y reforzar el tratamiento preventivo del recién nacido, administrándole gammaglobulina específica, además de la vacuna al nacer”, añade.
Para la hepatitis A existe una vacuna eficaz comercializada en nuestro país, pero solo se indica en casos especiales, como contactos domiciliarios de enfermos, enfermos crónicos del hígado, varones homosexuales o viajeros a zonas endémicas; si bien en Cataluña, Ceuta y Melilla, como excepción, se administra de forma rutinaria en la infancia. En el caso de la hepatitis C, no existe por el momento una vacuna eficaz.
Fuente: https://www.hola.com