Después de 15 largos meses de espera, por fin el Ministerio de Sanidad y la farmacéutica Vertex han llegado a un acuerdo de financiación. A partir de ahora, 'Kaftrio' ya estará sufragado por el Sistema Nacional de Salud y esto no es una inclusión cualquiera. Marca la diferencia entre estar en lista de espera para un trasplante de pulmón o no necesitarlo, supone poder volver a reírse sin entrar en un ataque de tos interminable, hacer ejercicio, volver a trabajar y recuperar una vida normal. En palabras de Elisa (30 años), afectada por la enfermedad que causa todas estas limitaciones -fibrosis quística- y con la que este periódico habló hace poco más de una semana, este medicamento "nos da total respiro, a nosotros y nuestros familiares. Nos permitirá poder hacer planes a largo plazo".
Sin duda, la necesidad de incorporar este fármaco a la cartera de tratamientos de la fibrosis quística era una necesidad "urgente" y el retraso estaba completamente "injustificado". Que existiera este tratamiento y no se pudiera administrar era "desesperante, un maltrato a los pacientes españoles", explicaba Óscar Asensio, presidente de la Sociedad Española de Fibrosis Quística y neumólogo del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona).
De la administración de este fármaco depende su "calidad de vida" y su esperanza de vida, literalmente. Antes de los nuevos medicamentos (moduladores de la proteína CFTR) para esta enfermedad, "la supervivencia era de alrededor de 40-45 años, pero con Orkambi, Symkevi y Kaftrio, dejaremos de hablar de esto porque los pacientes morirán de otra cosa, ya que la enfermedad se frena".
Desgraciadamente, hasta la aprobación de Orkambi y Symkevi en nuestro país, los afectados tuvieron que esperar tres años y la experiencia no sirvió de mucho porque nuevamente, ante la aparición de Kaftrio, también se les ha hecho esperar, ni más ni menos que 15 meses. Hasta este lunes, los pacientes españoles españoles eran de los pocos europeos que seguían sin poder beneficiarse de un tratamiento extraordinariamente "revolucionario", según define Juan Da Silva, presidente de la Fundación y la Federación Española de Fibrosis Quística.
Este tratamiento viene a mejorar de forma sustancial y de forma muy superior a los moduladores financiados actualmente en España (Orkambi y Symkevi). Esto nos va a permitir tratar a pacientes que no disponen actualmente de tratamiento modulador y mejorar los resultados de aquellos que ya están siendo tratados con los moduladores que disponemos hasta la fecha", argumenta Asensio.
Fuente: https://www.elmundo.es/