Ya sea sumergidos en plenas vacaciones o como escapada de fin de semana huyendo de la rutina, las posibilidades que nos ofrece la playa para mejorar nuestra salud a través del deporte son muy amplias.
A continuación descubrirás los principales beneficios, tanto físicos como psicológicos, de hacer deporte sobre la arena. Porque no, a la playa no solo se debe ir a disfrutar del sol y desconectar del mundanal ruido; con una pizca de valentía y una tabla de ejercicios adecuada aprovecharemos cada rato “de playeo” en favor de nuestra salud.
Beneficios de entrenar en la playa
Un marco incomparable: Con semejante escenario cualquiera se viene arriba. Salir de la ciudad, de su ritmo frenético, de su aire cargado y plantar la sombrilla en primera línea de playa es un lujo al alcance de todos, por lo que desde el primer instante en el que pisamos la arena ya estamos favoreciendo nuestro bienestar.
Mejorar el tono muscular: Como es evidente, la superficie de la playa resulta de todo menos estable. La arena hará que cualquier movimiento, incluso pasear, se convierta en un ejercicio moderadamente activo y recomendable para cualquier edad. Si buscamos algo más exigente siempre podemos alejarnos de la orilla y realizar carreras o juegos de pelota en la arena seca. El límite lo marcas tú.
Adiós al estrés: Liberar endorfinas al ritmo de las olas. Qué bien suena eso. Si de algo sirven las vacaciones es para desconectar tanto física como mentalmente. El deporte de playa potenciará nuestra diversión y sentiremos una inigualable sensación de placer tras realizar el ejercicio.
Liberar toxinas y recuperar el equilibrio del organismo: Conectar directamente con el entorno, con nuestro cuerpo, sentir el movimiento, los puntos de apoyo directo,… todo es esencial para desprenderse de la carga negativa que acumulamos durante el día a día. Realiza pequeñas carreras, ejercicios de relajación en el agua y haz del entorno parte de ti.
Quemamos más grasas: Además del calor que haga, eso de moverse sobre la arena potencia de forma evidente nuestro esfuerzo y en consecuencia las calorías perdidas. ¿Estabas pensando en adelgazar? ¡Acércate a la playa!
El poder de la natación: La playa te permite casi cualquier ejercicio, pero si hay uno que destaque por encima del resto es la natación. Gracias a ella fortaleceremos las articulaciones sin sobreesfuerzos y nos refrescaremos en los días más calurosos del año. ¿Hasta la boya y volver? Vale, pero que no se os olvide calentar para evitar sustos.
Impulsa nuestra actitud vital: Adiós al sedentarismo. Con el deporte en la playa lograremos sentirnos más activos, más ágiles, más fuertes y, en consecuencia, más partícipes del entorno.
Mayor resistencia cardiorrespiratoria: A través del deporte sobre la arena o en el agua fortaleceremos nuestro corazón y nuestra capacidad respiratoria de forma sorprendente. El ejercicio en la playa resulta fundamental para lograr un estado de plenitud inmejorable.
Mayor desgaste, mayor rendimiento: Ya lo decimos, la playa supone un reto, y cuánto más cuesta más se consigue. Los deportistas de élite realizan sus pre temporadas en estos entornos para salir más fortalecidos y alcanzar su cenit en el menor tiempo posible.
Vivimos en una sociedad cada vez más concienciada con el cuidado del cuerpo, que valora en gran medida el bienestar a través del deporte, por lo que apoyarse en las posibilidades que ofrece la playa nos parece especialmente indicado para cualquier nivel, edad o necesidad. ¡Sácale partido a la playa y presume de sentirte bien!
Fuente: www.fisiomarket.com