Practicar yoga con regularidad genera beneficios físicos, mentales y emocionales.
Son tantos los beneficios que aporta el yoga que se dice que su práctica habitual puede cambiarnos la vida. Basta dedicar diez minutos al día antes de acostarnos para que mejoren nuestros hábitos de sueño.
Nuestra columna y espalda son nuestras principales señales de estres y envejecimiento y donde más rápido acumulas toxinas físicas, mentales y emocionales, la mayor cantidad de lesiones del cuerpo se observan en esta área. Zapatos y sillas desalinean articulaciones, por lo que se lastiman muslos y rodillas.
La columna vertebral, representa la fuerza de voluntad, que perdemos al enfrentar la presión externa. Se tuerce porque la fuerza de voluntad se doblega, al surgir un abismo entre lo que se siente, se piensa, se dice y se hace.
El dolor de espalda, sufrido por el 80% de adultos y jóvenes, se origina por la pérdida de curvatura natural, causada por el sedentarismo, zapatos, etc. creando malos hábitos posturales que ocasionan dolores en hombros, cuello, espalda, náuseas y vértigo al pinzar un nervios.
El atender nuestro cuerpo, el soltar apegos y dejar la ansiedad nos conecta con el Amor que nos debemos y la conexión con Dios... Esta Unión se llama YOGA.
Profesora: Nancy Patiño Canelón.