Hay diversas opiniones acerca de si el yoga realmente ayuda a perder peso. Existen diversas escuelas de yoga, pero, tal y como ocurre con cualquier otra modalidad, la capacidad de quemar calorías y de desarrollar los músculos depende de la intensidad y de la frecuencia del entrenamiento. Para hacer que el yoga sea su principal forma de realizar ejercicio, debe practicar por lo menos 3 veces a la semana durante 90 minutos. Muchas personas eligen el yoga, combinado con otras actividades como correr o aeróbic, para reducir peso.
Sin embargo, algunas vertientes de yoga sirven perfectamente para perder peso: el power yoga, el Ashtanga yoga o el Bikram yoga o yoga caliente. Con estos tipos de yoga realizará una serie de asanas (posiciones) llamadas “saludos al sol” que aumentan la frecuencia cardiaca y proporcionan un entrenamiento cardiovascular muy intenso. Pero aún hay más. El yoga no sólo se concentra en el cuerpo, sino también en el espíritu y la mente. La mayoría de las vertientes de yoga contienen técnicas respiratorias intensas que elevan la inspiración de oxígeno (también en las células de grasa), lo que favorece que se quemen más grasas y que aumenten los niveles de energía. Si tienes un plan de dieta para perder peso, podría ser útil combinar algún quemador con yoga.
El yoga también mejora la circulación, por lo que incrementa el nivel de sangre oxigenada y proporciona un rendimiento mejor y una mayor longevidad, ya que los músculos necesitan oxígeno para estirarse y alargarse.
Cada cuerpo es diferente y no todos se pueden convertir en una “máquina de yoga sin grasas”, doblándose y moviéndose en todas las posiciones practicándolo por sí solo. La flexibilidad y la fuerza de las articulaciones son extremadamente importantes para poder llegar más lejos en las diferentes posturas y progresar en el entrenamiento.
¿Los suplementos nutricionales respetan la filosofía yoga?
Los yoguis comen varias veces al día en pequeñas cantidades para no bombardear el aparato digestivo y no consumen alimentos intoxicantes para el cuerpo como la carne, el alcohol o el azúcar refinado. Prefieren las frutas, los vegetales verdes (especialmente en crudo, ya que necesita menos aliño), las nueces, las habas y los cereales de cualquier tipo.
Esto quiere decir que, en muchas ocasiones (especialmente si la persona tiene dificultades para realizar una dieta equilibrada), faltan algunos nutrientes importantes, como proteínas y vitaminas, y se excede la ingesta de otros como los azúcares (aunque sean naturales) y los carbohidratos (aunque sean complejos). Así, demasiados azúcares pueden provocar un desequilibrio de insulina que derive en diabetes y aumento de peso.
Un suplemento proteico, como la soja, es una excelente elección. Existen ciertas proteínas en el mercado que también regulan los niveles de insulina en sangre, pero pueden no ser aptas para veganos, ya que algunas contienen la enzima renina.
La glucosamina no era adecuada para vegetarianos o veganos, puesto que contenía sustancias derivadas de moluscos. Sin embargo, hoy en día existen diversos productos en el mercado en los que los moluscos se han sustituido por maíz.
Se deben consumir suplementos de las vitaminas del grupo B en conjunto, puesto que funcionan mejor en grupo. Si es posible, utilice un suplemento líquido de vitamina B12, ya que se absorbe con más facilidad.
Fuente: www.fisicalzone.com